A principios de diciembre estaba dando una clase en brasilia y mientras decía algunas palabras intentando hacer que mis alumnos se sensibilizaran a su proceso corporal, un ruido seco en la tierra me hizo mirar y levantar mis ojos. Por la ventana vi un árbol de mango con sus frutos desbordando, luego a lo lejos ví unas montañas y un templo.
Más tarde le saqué una foto.
El avance de las inteligencias mecánicas (IA) nos deja al descubierto como seres reticentes al cambio. No al cambio que propone el avance tecnológico sino a la necesidad de la fluidez mental y emocional que propone el flujo mismo de la vida, a la complejidad, a la posibilidad de montarnos al movimiento constante de interdependencia e interrelación con el todo, a superar las fijezas que nos hacen débiles y frágiles o demasiado duros y rígidos.
Buscar en cada momento la acción justa, es algo que no se puede forzar ni mecanizar.
“Arte” significa algo asi como: “Aquello que cabe de manera justa” es una apreciación sensible y estética.
Vivir es un arte. Cada diálogo, cada encuentro, cada movimiento es una pincelada más al lienzo de la vida. Podemos quedar empastados por nuestros conceptos o preconceptos o darles su correcto lugar para que funcionen en armonía, en correcto equilibrio, en su justa medida.
Entonces ¿Qué significa tener corazón?
No en un sentido vago y romantizado, sinó en una búsqueda más clara: ¿Que diferencia hay entre una inteligencia de acumulación y por lo tanto mecánica y una inteligencia que tiene en cuenta al organismo, a los demás y al medio?
Creo que es una pregunta que vale la pena hacer, sobre todo en este momento.
Deseo que este nuevo ciclo que comienza nos reciba a todos en la posibilidad de mayor cualidad de incumbencia con los que nos rodean.
Me lo deseo también a mi mismo.
Donde esté mi atención, una presencia de mayor calidad para todos los presentes. Donde no esté; una ausencia de mejor brillo y coherencia.
En cada extensión del conocimiento estamos involucrados en la acción y en cada acción con la decisión.
Con la decisión aparece la pérdida: La pérdida de aquello que no hicimos.
Esto lo encontramos en cada cosa simple; en la percepción. Porque la percepción de algo es coextensiva de ignorar gran parte de las cosas que están sucediendo.
Nos encontramos con la pérdida también en el discurso. Donde la posibilidad de un discurso comprensible reside en no prestar atención al tremendo alboroto interno de desalineamiento que sucede al escuchar las palabras.
El significado siempre se obtiene a costa de dejar cosas por fuera.J. Robert Oppenheimer – Lecture at Colorado University 1961 – Link al video