Tomate un segundo para sentirte.
¿Qué sensaciones corporales estás registrando en este momento? ¿Cuántas podés nombrar? A muchas personas, al hacerles esta pregunta, tienden a buscar un dolor o molestia.
Las sensaciones corporales son un sentir, ya sean intensas o sutiles, agradables o desagradables. Todos estamos familiarizados con las sensaciones físicas. Esto es un hecho porque todo nuestro ser, junto con las funciones cerebrales más elevadas, se fundamentan en esas sensaciones. El cerebro, al fin y al cabo, es un órgano orientado a un solo objetivo: movimiento.
Te invito a reflexionar sobre cómo un sentimiento —esa apreciación estética de tu estado interno en un momento determinado— tiene sus raíces en la disposición muscular. Para descubrirlo debemos llevar esta pregunta abierta en la vida diaria, para poder observarla en el espejo de las relaciones con los demás.
La emoción (ex movere) es eso que aflora, que busca superficie a través de lo que somos y solo podemos entrar en contacto con ello por inferencia, indirectamente, a través de la forma en que sentimos nuestro cuerpo y nuestros sentimientos y en ultima instancia, por como pensamos. Aunque esto último muchas veces puede generar una retención de la autoconciencia, impermeabilizando el fondo.
Mientras más claras sean las señales que podemos registrar, más nos ayudará a comprender lo que se está expresando desde ese fondo emocional.
La iluminación es como la luna reflejada en el agua. La luna no se moja, ni el agua se rompe. Aunque su luz es amplia y grande, la luna se refleja incluso en un charco de una pulgada de ancho. La luna entera y el cielo entero se reflejan en gotas de rocío sobre la hierba, o incluso en una gota de agua. La iluminación no te divide, así como la luna no rompe el agua. No puedes obstaculizar la iluminación, así como una gota de agua no obstaculiza a la luna en el cielo. La profundidad de la gota es la altura de la luna. Cada reflejo, por larga o corta que sea su duración, manifiesta la inmensidad de la gota de rocío y realiza la inmensidad de la luz de la luna en el cielo.
Buda
Esto es solo una reflexión libre y me encantaría conocer tus pensamientos sobre esto, aunque sea una linea o una palabra.
A continuación, comparto algo sobre el taller del sábado para los que anden por San Rafael.
La espina dorsal: Un centro de equilibrio mental, emocional y corporal.
El sábado nos veremos en este encuentro presencial, donde exploraremos la importancia de la autoconciencia y cómo la columna vertebral puede ser un eje central para lograr el equilibrio. Los patrones que revisaremos durante el encuentro están diseñados para ayudarnos con esto.
Tres Modos de pensar:
- Desde la frente
- Desde la parte posterior de la cabeza
- Desde la columna
Pensar desde la columna nos despierta una pauta distinta de autoconsciencia y una percepción más informada sobre como nos relacionamos con lo o los de afuera, desde nuestras sensaciones interiores.